Querida y adorada Pancha.
No podía hacer nada, ahí estaba ella a punto de provocarme un infarto, quería escuchar música y nada, quería trabajar y me echaba broma, configuraba aquí, movía por allá, pregunté a los que saben y la respuesta la tengo pero no el tiempo ni el dinero.
Estaba preocupada, asustada, de verdad no sé que hacer con ella, es mi todo, hasta le puse nombre y hablo de ella como si fuera gente y es que es algo de lo mío, que cuando me vaya de mi casa me llevaré es lo único que me pertenece y cuido con recelo (aunque se pone terca últimamente); yo la adopté, siempre había dicho que quería adoptar y te encontré. Eres perfecta para todos mis planes y contigo he conocido lo mejor y sé que si te doy más cariño alcanzaremos el éxito. Porque tú eres la que conoce todos mis secretos.
Es así señores, hoy me dio por ser la más banal del mundo y le escribí a mi Pancha.

Comentarios
Publicar un comentario