Me dieron así como unas ganas de inspirarme y decidí agradecer una vez más por la dicha de vivir y conocer tantas cosas en el camino, muchas veces ocurre que no notas la maravillosa vida que te rodea en cada detalle, esta vez me sucedió que me di cuenta de muchos detallitos que me hacen saltar el corazón de alegría y despertar el alma de ilusión.

Aunque me la he pasado últimamente casi separada del mundo, que es la gente que me rodea, yo me siento presente y, sin embargo, sigo en una búsqueda de algo que quizás ya está pero prefiero ignorar, o es esa búsqueda que le da sentido a todo, no sé si al final aprenderé la lección, no sé si al aprenderla tendré tiempo de enseñarla; lo que sé es que aún sigo en un espacio que me mantiene lejos, en mi encuentro conmigo.

Debo admitir mis errores, en mi encuentro conmigo no debe existir el pasado.

Agradezco por abrirme los ojos con esas pequeñeces que me hacen disfrutar la vida, que me hacen darle sentido... es que la incondicionalidad es una virtud valiosa de la amistad.

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