Definiendo te.

Viniste a ser la práctica de todo lo que en este tiempo he ido aprendiendo, eres el lienzo donde decidí pintar otra obra de arte, eres el hoy que estaba buscando y que quiero vivir en tu cuerpo, eres el sueño donde he despertado todos estos días, eres el que estaba ahí sin ver ni admitir que eras para mi, ahora que la vida, que mi alma, que mis deseos y el universo se pusieron finalmente de acuerdo en tu presencia en mi vida, de esta manera, entonces puedo respirar tranquila pese al temor de una pesadilla.

Viniste a ser lo que eres, lo que representas, viniste así y ya, nuestros caminos se cruzaron en el momento preciso y mis ganas me dieron un impulso inexplicable esa primera vez que accedí a salir contigo cuando me besaste por primera vez, no se en que estaba pensando que yo no te veía, creo que si, tienes razón entiendo ahora cuando me dices que no te hacía ojitos, yo no te veía pero estabas ahí, desde antes que te dijera que me gustaba ese que había hecho eso por mi ese domingo.

Viniste a ser esa espontaneidad que forma parte de mi, esa alegría que me encanta compartir, esas ganas de encontrarme contigo porque se que la sonrisa no se borrará de mi rostro, ese observar como buscas mi mirada, ese ser sin máscaras sin miedo sin errores, viniste a ser esas ganas de bailar sola en mi cuarto y hacerlo, esa indiferencia con el mundo con la gente que critica tanto.

Viniste a ser una frase de cada canción distinta que escucho, viniste a inspirarme, a darle a mi mente un rostro para lo que quiero escribir, a poner en ti todo lo que quiero, a desmedirme en amor, en confianza, en esperanza, en presente, viniste a ser presente, a callar mi soledad, a acompañarme en mi soledad, viniste no se si a hacer estragos, no se si a ser futuro, no se si hacer el fin o a ser el comienzo, lo que importa es que viniste a ser eso que tanto anhelo y que día a día me sorprende y me llena de dicha.

No se si te moleste que en un terreno sin bases yo me de tanto a ti, no se si mi intensidad te aleje o le temas, no se que pasa por tu mente ni mucho menos si me lees, pero si sigo pensando en eso me cierro, no te estoy pidiendo permiso tampoco quiero pedir perdón, pero estoy aceptando otra vez que esta soy yo, que el miedo a otro fracaso amoroso impide que yo diga estás cosas que las piense que las sienta, pero me atrevo una vez más a ser leal a lo único que tengo a lo único que es mío, VIVIR y AMAR.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

María echame un cuento

Señor Dinero

Gracias a ella.