Te lo dije!
Es la frase que nadie quiere escuchar pero cuando llega a nuestros oídos tenemos dos opciones: aceptar que nos equivocamos o seguir de malcriados por la vida llevando golpes, yo me he ocupado toda la vida en saber quién entra o sale de mi vida, he visto cómo he sido acertada a la hora de escoger mis amistades, en los amores nada que ver, eso si tengo yo, pero esta vez no quiero hablar de amor, hay otras cosas de las que he adquirido experiencia y en este momento me ocurrió una situación que me hizo escribir.
Yo no le deseo mal a nadie pero te metiste con alguien que me importa, nunca me caíste bien y qué lástima que esa persona confió en ti y como amiga la embarraste, doy gracias a Dios por ser como soy, por saber por quién metería las manos al fuego y deseo que ese ángel o esa intuición sigan fieles en mi vida al momento de tomar este tipo de decisiones, me siento grande en experiencia aunque me faltan muchas cosas por aprender, pero la amistad, la lealtad, la confianza fue lo primero que me quedó claro luego de la primera traición y una sola vez bastó para entender que sólo se confía en lo que tu corazón y la razón se alían y también cuando tu madre te dice esa persona no me gusta en tu vida. Lo mismo que paso en esta ocasión con alguien, me convertí en mi madre dando consejos de la gente a su alrededor y paso una vez y volvió a pasar.
Hoy por hoy tengo grandes amigos los únicas que han permanecido conmigo a través de los años y otros que toda la vida existieron pero que nunca hablábamos y otros que aunque apenas van llegando tienen el aprecio en mi asegurado, es por ellos por quién meto las manos al fuego, es a ellos a quienes defenderé aunque estén equivocados y en el momento que ocurra decirles !te lo dije! y espero no ser malcriada cuando alguno me lo tenga que decir a mi.
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