Una verdad que no se dice una mentira que se habla

Hoy me siento a analizar la parte más crítica de mi vida en estos momentos, callar una verdad muy grave por una mentira absurda, no se que es más mentira si la que se dice o la que no. No soy de las que anda tapando las cosas sencillamente digo lo que pienso, eso si, en el momento en que mi mente se activa, porque sí tendré muchas cosas que decir, pero por caída de la mata soy retardada en soltarlas.

No estoy de acuerdo con polémicas, ni dramas ni mucho menos, en estos casos me siento tan lejana de todo que prefiero dejar las cosas como están, suficiente problemas hay de cualquier índole para estarme preguntando si me callo o no me callo, de lo único que tengo miedo, o que más bien me incomoda porque no es asunto de tener miedo, es el prejuicio, ¿cómo afecta la opinión de alguien en la persona de otra?, no le hago caso a lo que dice la gente, de hecho cuando me sorprendo opinando de alguien en forma de crítica y no constructiva hago silencio y retiro lo dicho. De verdad me he dado cuenta que algo que odio en mi vida es el prejuicio, lo lamento mucho por la gente que solo se dedica a ver los defectos de los demás para empezar a divulgarlos, en esta parte es donde uso la frase de una amiga: "búsquense una vida" (triste que esta amiga sea una de las prejuiciosas).

Triste es también, seleccionar a las personas a las que contar la verdad, se supone que en mi vida hay cabida para todos, porque no como con los cuentos de los demás, sin embargo, esta historia que contar no es la más sencilla para decirla así a los cuatro vientos. A raíz de esto me he absorto en mis pensamientos, en mis responsabilidades e intereses y así poco a poco me he apartado del mundo que me rodea que es más entretenido que todo este misterio, pero el mismo arrastra todo eso y si habló algún día se destruye más de un sueño y no es lo que quiero.

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