La enseñanza de la aventura
Puedo hacer un libro de todas las decisiones acertadas y equivocadas que he tenido en mi vida y plenamente estoy segura que a donde sea que me dirigen me llevan por buen camino, digo esto porque si no hubiese aceptado esa invitación de aquel muchacho que conocí en la playa, a serle infiel a mi novio, no hubiese conocido a un hombre capaz de aceptarme como soy, lo que me hizo entender que podía encontrar un novio o pareja que no me criticara hasta la forma de mirar. Lo mismo con aquel otro novio con quien no decidí volver, después de tanta decepción e insistencia , porque seguramente no estaría feliz sino conforme por las comodidades que me ofrecía (y me sigue ofreciendo). O tal vez aquel momento cuando dije: -es mejor no enamorarme del cacho y dejar las cosas como están-, siendo, el que hasta ahora ha sido, el mejor hombre que me ha tocado conocer en todos los aspectos, aunque el detalle fue no saber que una novia casi esposa lo acompañaba dura...